La estimulación magnética transcraneal es una técnica de estimulación cerebral relativamente nueva que ha ganado interés en el tratamiento potencial de una serie de trastornos neurológicos.
Descrita como indolora, cómoda y asequible, la estimulación magnética transcraneal (TMS) se aprobó por primera vez para el tratamiento de la depresión resistente. Los investigadores están estudiando ahora si el tratamiento podría mejorar significativamente la memoria y otros rendimientos cognitivos en los pacientes de la enfermedad de Alzheimer.
¿Qué es la estimulación magnética transcraneal (TMS)?
La estimulación magnética transcraneal (TMS) es un procedimiento no invasivo que utiliza pulsos magnéticos para estimular la actividad en zonas específicas del cerebro. La TMS se ha utilizado sobre todo como tratamiento alternativo para la depresión y otros trastornos neurológicos, como el trastorno de estrés postraumático (PTSD). En la actualidad se está investigando su eficacia para tratar la enfermedad de Alzheimer y los síntomas de otras enfermedades neurológicas, como la demencia.
El tratamiento TMS consiste en colocar una bobina electromagnética sobre la cabeza del paciente. Ésta envía pulsos magnéticos para provocar una estimulación activa en determinadas zonas del cerebro. La estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS) se refiere simplemente a una estimulación repetitiva que se administra a intervalos regulares.
La estimulación cerebral profunda es otro enfoque que se está estudiando. Aunque es similar a la TMS, requiere un procedimiento médico en el que se coloca un electrodo dentro del cerebro.
Una gran cantidad de investigaciones ha respaldado que el tratamiento con TMS es un método de tratamiento alternativo seguro y eficaz y ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el tratamiento de la depresión. Una revisión de ensayos aleatorios informó de que sólo se registraron efectos secundarios leves tanto en la rTMS como en los grupos de control.
TMS para la enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y se reconoce por el deterioro progresivo de la función global y cognitiva. En sus primeras fases, la memoria a corto plazo se ve comprometida y aparecen otros síntomas de comportamiento, como la ira. A medida que la enfermedad avanza, comienzan a desarrollarse síntomas característicos, como la Demencia. La progresión y los diferentes estadios de la enfermedad se siguen mediante el Miniexamen del Estado Mental, que evalúa los síntomas mediante una serie de preguntas diarias.
El tratamiento típico de la enfermedad de Alzheimer incluye medicamentos que ralentizan la progresión de la enfermedad. Sin embargo, la eficacia del tratamiento se ve afectada por los diagnósticos tardíos, en los que alrededor del 60% de las células cerebrales ya están dañadas.
Una nueva investigación ha descubierto que el tratamiento con TMS podría mejorar la cognición y la memoria de los pacientes que padecen la enfermedad de Alzheimer. Varios estudios han investigado la eficacia de la TMS en personas que han sufrido un deterioro de su funcionamiento cognitivo, ya sea por la enfermedad de Alzheimer, el deterioro cognitivo leve u otros tipos de demencia. En un estudio realizado se comprobó que la estimulación magnética transcraneal repetitiva ayudaba a mejorar la memoria de trabajo en adultos mayores y en adultos jóvenes sanos.
La aplicación de la estimulación magnética transcraneal combinada con el entrenamiento cognitivo se considera la más eficaz. Deben realizarse pruebas periódicas antes, durante y después del tratamiento, para evaluar si se ha producido alguna mejora significativa en la reducción de los síntomas. Los investigadores realizaron un estudio para evaluar los beneficios del entrenamiento cognitivo y la TMS en el funcionamiento cognitivo. Los participantes recibieron ambas formas de tratamiento todos los días durante seis semanas y luego dos veces por semana durante los tres meses siguientes.
El funcionamiento cognitivo se evaluó antes del estudio, seis semanas después de comenzarlo y, finalmente, cuatro meses y medio después. Para evaluar la eficacia, se utilizó la Escala de la Enfermedad de Alzheimer-Cognitiva, que registró una mejora de 4 puntos en los puntos de control.
TMS para la demencia: ¿Ayuda la TMS en la demencia?
La demencia no es una enfermedad específica, sino un término general que se utiliza para describir una multitud de síntomas caracterizados por un deterioro cognitivo, por ejemplo, de la memoria y las habilidades de pensamiento. La enfermedad de Alzheimer representa alrededor del 60-80% de los casos de demencia.
Las personas que viven con demencia presentan un deterioro de la memoria a corto plazo, como la capacidad de nombrar, y la incapacidad de llevar la cuenta de los pagos de las facturas, preparar las comidas o recordar las citas. Los síntomas son progresivos y se intensifican con el paso del tiempo.
La TMS ha demostrado ser eficaz para minimizar los síntomas de la Demencia de una manera que otras intervenciones no han logrado. Los estudios sobre la aplicación de la rTMS sin entrenamiento cognitivo también han demostrado su eficacia. Después de recibir el tratamiento de rTMS , los individuos mostraron mejoras en la capacidad de nombrar objetos, en la comprensión de frases auditivas y en el nombramiento de acciones.
¿Puede la TMS mejorar la memoria?
Una investigación realizada en 2019 descubrió que una forma de TMS a corto plazo puede incluso ayudar a mejorar la memoria a largo plazo y el rendimiento de la memoria de trabajo en los adultos mayores. El estudio evaluó el reconocimiento y la memoria de recuerdo y descubrió que la estimulación activa condujo a una mejora del 31% en el recuerdo.
Una revisión de varios estudios descubrió que la TMS era eficaz en el grupo de tratamiento pero no en el grupo de control. La investigación descubrió que la TMS mejoraba la memoria episódica con una mejora en las puntuaciones cognitivas durante un periodo de cuatro meses, lo que sugiere que el tratamiento a largo plazo de la TMS es necesario para una mejora duradera.
¿Cuánto tiempo tarda la terapia TMS en empezar a funcionar?
Cuando se ha utilizado la TMS para el tratamiento de la depresión, los pacientes han informado de una mejora de sus síntomas alrededor de dos semanas después del tratamiento, mientras que otros no informaron de cambios hasta la quinta semana de tratamiento.
En la actualidad hay múltiples ensayos clínicos en marcha para seguir investigando el uso del tratamiento en otros trastornos neurológicos.
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